La Clase Extra

Marta observó la nota en su escritorio con el corazón latiéndole fuerte. «Te espero en mi oficina a las 7 PM». El mensaje de su profesor de Literatura, el temido y respetado Dr. Álvarez, no dejaba margen a interpretaciones. Sabía que su desempeño en los últimos exámenes no había sido el mejor y que necesitaba recuperar puntos, pero la idea de una tutoría privada con él la ponía nerviosa.

A las 7 en punto, golpeó la puerta de su oficina. La voz grave del profesor le indicó que pasara. Marta tragó saliva y entró. El despacho estaba iluminado con una luz tenue, y las paredes cubiertas de libros antiguos añadían un aire solemne al ambiente.

—Siéntate —ordenó él, sin apartar la mirada de unos documentos.

Marta obedeció, sintiéndose pequeña bajo su escrutinio. Cuando finalmente levantó la vista hacia ella, su expresión era inescrutable.

—Sabes por qué estás aquí, ¿verdad? —preguntó, con un tono que le hizo estremecer.

Marta asintió. Sabía que debía concentrarse en su aprendizaje, pero la proximidad de su profesor, su voz firme y la intensidad de su mirada la hacían perder el hilo de sus pensamientos.

El silencio entre ellos se cargó de una tensión palpable. Algo más que conocimiento flotaba en el aire aquella noche.

(Continuará…)