La Otra Mitad de la Verdad 🔥

Sergio apagó el motor y bajó el volumen de la radio. Sus dedos tamborileaban contra el volante, pero su mente estaba en otra parte.

Había seguido a Natalia sin pensarlo demasiado. No tenía un plan. Solo necesitaba respuestas.

Ella le había dicho que saldría con unas amigas. Sin embargo, la vio tomar un desvío y detenerse frente a un discreto hotel boutique en las afueras de la ciudad.

Y ahora, desde su auto, observaba cómo su esposa bajaba del coche y se dirigía al vestíbulo con pasos decididos.

Minutos después, la vio salir… acompañada.

El hombre era alto, con el porte seguro de alguien que sabía exactamente lo que quería. Su mano descansaba en la cadera de Natalia con una naturalidad que lo desquició.

Sergio sintió que el estómago se le cerraba. Había imaginado este momento mil veces, pero la realidad era peor.

Entonces ocurrió lo inesperado.

Su esposa se inclinó hacia el hombre y lo besó. No con la rutina de un matrimonio desgastado. No con la indiferencia de los años compartidos. Lo besó con hambre, con deseo puro y sin miedo.

Y en lugar de ira, Sergio sintió algo más.

No debía, pero no pudo apartar la vista. Algo dentro de él se rompió… o quizás se despertó.

Su respiración se volvió errática. Su pecho subía y bajaba con fuerza.

¿Realmente quería confrontarla?

¿O prefería seguir observando hasta que ya no pudiera resistirse más?