Placeres Bajo el Sol

El sol abrasador caía sobre la arena dorada mientras Clara y David se tomaban de la mano, contemplando el horizonte azul infinito. Era su primera vez en una playa nudista, y aunque la idea les había parecido excitante en teoría, ahora que estaban allí, una mezcla de timidez y expectación los invadía.

David deslizó la toalla sobre la arena y se sentó, observando a su alrededor. Cuerpos de todas las formas y tamaños disfrutaban sin prejuicios de la calidez del sol y la brisa marina. Clara, por su parte, respiró hondo antes de quitarse la parte superior del bikini. El aire cálido acarició su piel desnuda, provocándole un escalofrío de placer inesperado.

—Es liberador, ¿no? —dijo una voz a su lado.

Clara se giró y encontró a una mujer de largos rizos oscuros y ojos penetrantes. A su lado, un hombre de complexión atlética sonreía con complicidad.

—Lo es —respondió Clara con una sonrisa tímida.

—Somos Andrea y Lucas —se presentó la mujer—. Nos encanta ayudar a quienes vienen por primera vez.

David intercambió una mirada con Clara, una chispa de curiosidad brillando en sus ojos. Sin darse cuenta, su aventura en aquella playa apenas comenzaba.