La Dueña de su Cuerpo 🔥
febrero 22, 2025Lucía sentía que sus manos temblaban ligeramente mientras llamaba a la puerta.
—Adelante.
La voz de su jefa, firme y segura, la hizo tragar saliva. Empujó la puerta y entró en la oficina. La luz tenue de la ciudad iluminaba el espacio, reflejándose en los ventanales detrás del enorme escritorio de madera oscura.
Sentada en su silla ejecutiva, la Señora Vidal la observaba con una mirada indescifrable.
—Cierra la puerta.
Lucía obedeció, sintiendo cómo la tensión en el ambiente se volvía casi insoportable.
—¿Sabes por qué estás aquí?
—Por el informe… —intentó responder, pero la ejecutiva la interrumpió.
—No mientas.
Lucía se quedó sin palabras.
Vidal se levantó lentamente, rodeando el escritorio hasta quedar frente a ella.
—He visto cómo me miras. Cómo intentas evitar mi mirada en las reuniones, cómo contienes la respiración cuando paso a tu lado.
Lucía sintió su rostro arder.
—No sé de qué habla…
La ejecutiva sonrió, una sonrisa llena de confianza, de control absoluto.
—Vas a aprender, Lucía. El deseo no entiende de excusas. Y yo soy una mujer que toma lo que quiere.
Con un solo dedo, levantó su mentón, obligándola a sostener su mirada.
—Dime, ¿vas a seguir fingiendo… o vas a rendirte?
Lucía supo que no tenía escapatoria.
Y tampoco la quería.